Hoy es el Día Internacional de la Planificación Familiar
. Se conmemora cada 3 de agosto y, de acuerdo con cifras oficiales, mujeres adolescentes, indígenas y con baja escolaridad enfrentan mayores barreras para acceder a métodos anticonceptivos; la participación masculina en prevención sigue siendo baja, especialmente en zonas rurales.
En 2022, México contaba con una población estimada de 130 millones de personas, de las cuales 66.4 millones eran mujeres (51.1%). De ese total, 52.6% tenían entre 15 y 49 años, es decir, se encontraban en edad fértil. Para 2030, se estima que esta proporción disminuya a 50.9%. Quintana Roo, Querétaro y Baja California eran las entidades con mayor porcentaje de mujeres en edad reproductiva.
Según datos del Consejo Nacional de Población (Conapo), 78.6% de la población reside en zonas urbanas y 21.4% en rurales. En áreas urbanas, 53.3% de las mujeres están en edad fértil; en zonas rurales, 49.7%. Entre mujeres hablantes de lengua indígena, 53.6% tenían entre 15 y 49 años; entre afrodescendientes, 52.4%. De las mujeres en edad fértil, 2.6% vivían con discapacidad y 7.6% presentaban alguna limitación funcional.
En 2022 se estimaron 2.1 millones de nacimientos, de los cuales 17.2% correspondieron a adolescentes de 15 a 19 años. La tasa global de fecundidad fue de 2.01 hijos por mujer. Las adolescentes registraron una tasa específica de 66.9 nacimientos por cada mil mujeres. En zonas rurales, esta cifra ascendía a 91.9. Entre hablantes de lengua indígena, la tasa fue de 73.5 nacimientos por mil, en contraste con 41.1 entre mujeres no hablantes.
Respecto al uso de métodos anticonceptivos, en 2018, el 72% de las mujeres sexualmente activas en edad fértil reportaron utilizar algún método moderno. Sin embargo, el uso fue menor entre adolescentes (57.3%), mujeres indígenas (61.1%), residentes rurales (68.3%) y quienes tenían primaria incompleta (68.1%). En contraste, los niveles más altos se registraron entre mujeres de 40 a 44 años (77.9%) y en quienes vivían en zonas urbanas (73.1%) o contaban con preparatoria o más (72.2%).
La Ciudad de México tuvo la mayor prevalencia de uso anticonceptivo moderno (79.3%), seguida de Sonora (76.8%) y el Estado de México (76.6%). En el otro extremo, Chiapas (62.8%), Oaxaca (66.2%) y Zacatecas (67.2%) reportaron los niveles más bajos.
Participación masculina, limitada
La participación masculina sigue siendo limitada. Según la ENADID 2018, solo 16.8% de las mujeres sexualmente activas declararon que su pareja usaba condón, vasectomía o métodos tradicionales. La participación masculina fue mayor entre adolescentes (26.6%) y menor entre mujeres rurales (10.6%), indígenas (8.6%) y con baja escolaridad (5.5%). Las entidades con más participación de los hombres fueron Querétaro (23.2%), Ciudad de México (22.4%) y Aguascalientes (20.5%).
En 2018, la necesidad insatisfecha de anticonceptivos (NIA) fue de 11.1% a nivel nacional. Entre adolescentes fue de 27.6%, en mujeres indígenas 16.7% y en zonas rurales 12.6%. Los estados con mayores niveles de NIA fueron Chiapas (16.3%) y Campeche (14.7%).
En salud materno-infantil, 88.5% de las mujeres acudieron a atención prenatal en el primer trimestre del embarazo. En el 95.9% de los partos hubo atención médica. Tras el parto, 54.5% adoptaron algún método anticonceptivo. Tlaxcala e Hidalgo encabezaron esta práctica (62.5%), mientras que Aguascalientes y Zacatecas registraron los porcentajes más bajos (46.2% y 46.3%).
La planificación familiar está respaldada por el artículo 4° constitucional, que garantiza el derecho a decidir el número y espaciamiento de los hijos. El Conapo realiza acciones dirigidas principalmente a jóvenes y adolescentes para promover decisiones informadas y el ejercicio libre de su sexualidad.